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Es una enfermedad crónica originada por muchas causas y con numerosas complicaciones, se caracteriza por el exceso de grasa en el organismo y se presenta cuando el Índice de Masa Corporal o Índice de Quetelet en el adulto es mayor de 25 unidades. Esta medida evalúa la relación entre el peso de la persona en kilogramos, y la altura de la misma en metros elevada al cuadrado, siendo en la actualidad el método universalmente más aceptado.
Este problema mundial es un factor de riesgo que puede acarrear algunas otras enfermedades como por ejemplo, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiacas, ictus, algunos tipos de cáncer, y demás. Sin embargo, más importante que diagnosticar la obesidad, es detectar aquellos pacientes que aún sin tener sobrepeso, tienen un riesgo cardiovascular aumentado. Es uno de los problemas más graves de la salud pública. A medida que se logra erradicar la miseria en los sectores más pobres de la población, la obesidad aparece como un problema más grave y frecuente que la desnutrición. Se calcula que en Latinoamérica 200.000 personas morirán al año, a causa de estas complicaciones.
En la actualidad, la evidencia sugiere que se trata de una enfermedad multifactorial, en donde incluimos factores genéticos, factores socioeconómicos, factores psicológicos, factores hormonales, factores relativos al desarrollo, actividad física disminuida, farmacología, y en ciertas ocasiones lesiones cerebrales, específicamente del hipotálamo, puede dar como resultado obesidad.
La Obesidad es el trastorno metabólico más frecuente en los países desarrollados, cuya prevalencia se ha duplicado enormemente en los últimos 10 años, sin dejar de lado el incremento de los casos de obesidad tanto infantil como adolescente. Mientras los casos de obesidad tanto infantil como adolescente ha incrementado.
El acúmulo de tejido graso se produce como consecuencia de un desequilibrio de la ecuación de balance energético, según la cual el ingreso de energía en forma de calorías equivale al gasto representado por metabolismo basal (el consumo de calorías del organismo en condiciones de reposo), termogénesis (producción de calor) y consumo calórico derivado de la actividad física.
Cuando se produce un aumento del ingreso (alimentación) o una disminución del gasto energético, el ahorro energético resultante se acumula en forma de tejido adiposo. En la gran mayoría de casos la obesidad se produce por un aumento de la ingesta calórica, con frecuencia asociada a una actividad sedentaria. Actuando conjuntamente con los factores ya descritos anteriormente.
Es frecuente que circunstancias que induzcan ansiedad estén acompañadas de un aumento de actitud compulsiva alimentaria que favorece el sobrepeso. El abandono del hábito tabáquico cursa con aumento de peso con frecuencia, aunque este fenómeno no es necesariamente inevitable.
En la actualidad podemos utilizar el término obesidad secundaria, es decir, este mal es producido por otras patologías que favorecen a este acúmulo anormal de tejido adiposo en el organismo, principalmente tenemos al Síndrome de Cushing, el cual es una enfermedad caracterizada por una excesiva producción de cortisol, donde el cuerpo sufre una serie de cambios que llevan a una acumulación anormal de grasa; Hipotiroidismo, entre otras.
Los estudios demuestran que los hombres de 25 a 35 años que padecen de obesidad mórbida sufren una mortalidad 12 veces mayor que sus semejantes. Mientras otro estudio realizó un seguimiento de 419.060 mujeres y 336.442 hombres durante 12 años, el cual dio como resultado que la mortalidad de hombres con un 50% de exceso de peso es el doble a los hombres con un peso normal. En el mismo grupo de peso la mortalidad aumenta 5 veces más si además es diabético, y 4 veces más si padecen enfermedades digestivas.
En mujeres, la mortalidad aumentaba el doble, 8 veces más si son diabéticas y 3 veces más si padecían enfermedades digestivas. La obesidad está asociada con un gran número de complicaciones que repercuten muy desfavorablemente en la salud y la esperanza de vida de estos pacientes.
Las enfermedades más frecuentes asociadas a la obesidad son:
El índice de masa corporal (IMC), es la medida más usada en estudios epidemiológicos para hombres y mujeres de mediana edad, correlaciona cerca del 90% con la densitometría de masa lípida. Con sólo poner tu talla y peso podrás saber si padeces o no sobrepeso.
El IMC o Índice de Quetelet, se calcula por el peso en kilos dividido por el peso al cuadrado en metros. No distingue entre grasa y agua o músculos, pero es una herramienta muy útil para obtener un valor aproximado de lo que uno debería pesar de acuerdo a su estatura.
Infrapeso | 18.5 |
Normal | 18.5 – 24.9 |
Sobrepeso | 25.0 – 29.9 |
Obesidad I | 30.0 – 34.9 |
Obesidad II | 35.0 – 39.9 |
Extrema III | 40.0 |
Obesidad abdominovisceral o visceroportal:
También denominada de tipo androide. Predominio del tejido adiposo en la mitad superior del cuerpo: cuello, hombros, sector superior del abdomen.Este tipo de obesidad, tanto en el varón como en la mujer, se asocia con un aumento del riesgo de desarrollar Diabetes tipo 2, Ateroesclerosis, Hiperuricemia e Hiperlipidemia, consecuencia directa del estado de Insulinoresistencia.
La grasa intraabdominal posee características metabólicas diferentes de otros depósitos adiposos: tiene una alta sensibilidad a la movilización de Ácidos Grasos Libres, lo cual redunda en un aumento de la síntesis de VLDL, LDL, Glucosa e Insulina.
Obesidad fémoro glútea o ginecoide
Se caracteriza por presentar adiposidad en glúteos, caderas, muslos y mitad inferior del cuerpo. En este tipo de Obesidad existe un predominio de la actividad lipogénica, sobre la lipolítica, es decir, se crea más grasa de la que se destruye.
La circunferencia de la cadera se correlaciona negativamente con los diferentes factores de riesgo cardiovascular. Como conclusión, los estrógenos, responsables de esta disposición de grasa corporal podría constituir un rasgo favorable asociado a menor riesgo y en consecuencia representa un factor protector para el sexo femenino.
Obesidad infantojuvenil
Comienza antes de los 18 años y es predictiva de la obesidad del adulto. Los niños con sobrepeso tienen mayor probabilidad de obesidad en la adultez. La mayoría de los adultos que sufren de obesidad tuvieron una historia de obesidad infantojuvenil.
Obesidad del adulto
Comienzo posterior a los 18 años. En este tipo de obesidad predomina como mecanismo el crecimiento celular anormal y se asocia más frecuentemente a la obesidad abdominovisceral y por ende con sus complicaciones metabólicas.