Varios estudios científicos aseguran que la alimentación influye en nuestro olor corporal, así lo demostraron un grupo de investigadores de la universidad Macquarie, en Australia en su trabajo “olemos a lo que comemos”.
Se tiene conocimiento de que algunos alimentos pueden modificar nuestro olor corporal, como por ejemplo el ajo, la cebolla, el curry, entre otros. Pero la investigación realizada en la universidad de Australia no se basa solamente en especies concretas, sino que se extiende a los hábitos alimenticios y el estado de salud.
El estudio “olemos a lo que comemos” empezó con la selección de 40 hombres no fumadores a los que, se les pidió, bañarse únicamente con agua, sin usar ningún producto aromatizante durante el primer día.
Al segundo día se les entrego polos de algodón que debía usan durante una hora, mientras realizaban ejercicio intenso sin la posibilidad de bañarse después. Al terminar el día los participantes debía introducir la prenda en una bolsa sellada para que los investigadores realizaran las pruebas de sudor.
Luego los polos fueron entregados a 9 mujeres distintas que se encargarían de clasificar según la intensidad del olor a sudor.
Los resultados arrojaron resultados impactantes:
Los hombres habían comido frutas y verduras olían mejor e incluso desprendían un aroma floral,
Mientras que los hombres que ingirieron carne, huevos y soja tenían un olor desagradable.
Al igual que los participantes que consumieron hidratos de carbono a los que se les llegó a clasificar con un olor horrible.
